El líquido caliente quema su garganta, pero no le importa. Los ojos se le llenan de lágrimas, pero le da igual. ¿Qué hora es?, piensa. Las 3:55 de la mañana. Los ojos le pesan, su boca se abre cuatro veces más de su tamaño medio. ¡LA VIDA TE SONRIE!, se oye desde el televisor. No lo creo.
Facto delafe y las flores azules - enero en la playa
Facto delafe y las flores azules - enero en la playa
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